Reproducimos una noticia de otras fronteras para mostrar lo importante de contratar seguros peleterias, porque cuando llega una tragedia, es inevitable huir de ella. El pasado 25 de abril, una peletería colombiana ardió en llamas dejando a sus propietarios con una deuda cuantiosa.
Ni los extintores, ni los bomberos pudieron mitigar las llamas que rápidamente consumieron las prendas (abrigos, zapatos y demás) ubicadas en el almacén de peletería Costa Caribe. Según relatan testigos en El Heraldo, la jornada de trabajo ya terminaba cuando empezó el alboroto.
Un cortocircuito
Entre los nervios y la incertidumbre, a los empleados de la fábrica situada en el centro de Barranquilla, Colombia, se les hizo imposible encontrar los extintores para apagar el fuego. Aunque pidieron ayuda a los trabajadores de tiendas vecinas, ya era demasiado tarde.
Las llamas estaban en su máximo estupor. La única salida que tuvieron los empleados fue correr y dar aviso a las autoridades.
Jaime Pérez, capitán del cuerpo de Bomberos de Barranquilla explicó que el incendio ocurrió por un cortocircuito en la bodega. Las chispas se convirtieron en fuego inmediato, al entrar en contacto con los materiales de la peletería: tintura de cuero, pegamento, emulsiones y plantillas. Muchos de estos elementos son altamente inflamables, por lo que las llamas crecieron con facilidad y se expandieron por el lugar. La compañía tenía contrato con una empresa de seguros peleteria.
En cadena
Al tratarse de una zona industrial, los alrededores de la peletería están llenos de galpones con material inflamable: una invitación para que ocurriera una tragedia de magnitudes gigantescas.
Afortunadamente, la acción de los bomberos fue rápida y coordinada. Se necesitaron cuatro máquinas para apagar las llamas. Se necesitó la noche entera y la madrugada, para tal acción. Durante ese tiempo, los bomberos evitaban el paso de las llamas a los galpones de las otras empresas.
Según informó el comandante de los bomberos, hubo un segundo problema: los puestos de los vendedores informales que dificultaron el trabajo de los efectivos, quienes se vieron en la necesidad de tumbar y romper algunos «negocios» no permisados para poder continuar con su labor de mitigar el fuego. Aún así, no hubo pérdidas humanas y se logró apagar las llamas para alivio de quienes continuaban en los alrededores.
Pérdida cuantiosa
Cerca de mil millones de pesos es la cifra de las pérdidas registradas por la peletería, explica Carlos Chewing, su propietario.
Se le vio agotado, pero en movimiento. El hombre manifestó que era un alivio haber contratado una empresa de seguros peleteria, porque su patrimonio y el de sus hijos quedó resguardado. Claro, es necesario el informe final de los bomberos, así como el trabajo del perito de la aseguradora para que se determine cuál es la cantidad por la que se indemnizará a los propietarios, lo que podría tardar un par de meses.
El hombre no desmaya. Manifestó que ya estaba coordinando con sus empleados para iniciar labores en otra sede de la compañía, en una actitud muy optimista de seguir trabajando, pese a las adversidades. Mucha de su tranquilidad se debe al hecho de haber contratado un seguro a tiempo.
Intento de saqueo
Fue necesario que acudieran oficiales de la policía barranquillana para evitar que la tragedia se desvirtuara. Cuentan testigos que vecinos y transeúntes vieron en el fuego y el alboroto, la oportunidad idónea para saquear los negocios cercanos. No es la primera vez que las personas «aprovechan» la desgracia ajena para cargar con algo. En muchas ocasiones se ha visto cómo personas inescrupulosas usan estos momentos para hacerse con algún beneficio.
Los uniformados se mantuvieron en el sector hasta que fueron apagadas las llamas y prometieron reforzar el patrullaje, ante la amenaza de robos. Al parecer y según explican algunos de los propietarios de los locales cercanos, las bandas delictivas de la zona podrían aprovechar el edificio en ruinas no solo para cargar con artefactos de los alrededores, sino que fácilmente podría volverse una guarida para efectuar hechos delictivos y ocultarse.
La policía está atenta a estos hechos y prometió resguardar el sector. La acción es agradecida por los propietarios de los lugares cercanos, quienes consideran que de esta forma estarán mucho más seguros. Esperan que el dueño de la peletería pueda levantarse pronto.
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